Durante los últimos años el crecimiento de las zonas metropolitanas del país se ha dado de manera desordenada; en gran medida porque los planes y proyectos se diseñan con una visión municipal de corto plazo, a tres años en su mayoría y si tenemos suerte, a seis años cuando las administraciones pretenden reelegirse. Además, dichas planeaciones son realizadas desde los escritorios de los funcionarios públicos y con poco involucramiento de los distintos sectores de la sociedad, lo que hace que se atiendan sólo algunas necesidades que no siempre resultan ser las más apremiantes.

Por ello es importante que como ciudadanos nos involucremos en la exigencia de proyectos más robustos que contemplen, no sólo el desarrollo municipal, sino el desarrollo integrado de los municipios que se han unido por la expansión de las manchas urbanas o por la interrelación de procesos y dinámicas económicas.

Buscando definiciones de lo que es una zona metropolitana, he encontrado dos en un artículo de 2013 (Trejo, A., “Las economías de las zonas metropolitanas de México en los albores del siglo XXI”. Scielo) que me resultan interesantes por su relación entre sí:

-“Una zona metropolitana es un territorio o conjunto de territorios que muestran intensas interdependencias funcionales, un mercado laboral amplio y con oferta profesional diversificada, una concentración espacial de externalidades y efectos de desbordamiento, y un ecosistema que comparte los mismos recursos naturales”. (Cuadrado-Roura y Fernández Güell, 2005)

-“Son concentraciones productivas situadas en un espacio en que las externalidades se expanden territorialmente de una ciudad hacia otras ciudades o municipios con los que establece una necesaria e irremediable interdependencia económica”. (Mattos, 2010)

Es decir, una zona metropolitana comprende el territorio de dos o más ciudades o municipios donde existe una interdependencia económica. Por lo que fortalecerla implicará el crecimiento económico en conjunto y una mejora en las oportunidades a las que la población tendrá acceso.

La territorialidad de los municipios en México, representa distintos retos para los habitantes. Algunos de ellos y quizá los más importantes, sean los relacionados a seguridad, desarrollo económico, infraestructura y medioambiente. Incluso si enmarcamos los temas mencionados en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, podemos hacer una relación con la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible “para reducir la pobreza, combatir las desigualdades y generar oportunidades para mejorar la calidad de vida de la población” (ONU). Por ello la importancia de que las administraciones municipales comiencen sus gestiones con una visión metropolitana y voluntad política para trabajar en equipo con los gobiernos de ciudades aledañas para integrar planes en beneficio de la población.

Hoy en día contamos con excelentes ejemplos de trabajo metropolitano y de coordinación entre los gobiernos, la academia, la sociedad civil y la iniciativa privada en Jalisco y Nuevo León; no así en Puebla, donde recientemente se desarticuló el Instituto Metropolitano de Planeación bajo el argumento de que dicho instituto duplicaba el trabajo que debía realizar la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, sin considerar que el primero se creó con una visión estratégica para integrar el trabajo de los sectores público, privado, social y académico.

Por ello en días pasados, en la COPARMEX Puebla le abrimos las puertas a distintos alcaldes electos de los municipios más relevantes de la zona conurbada a la capital del Estado de Puebla. Aunque algunos de ellos tomaron la decisión de no presentarse, contamos con la participación en una primera reunión, de Eduardo Rivera Pérez, alcalde electo de Puebla capital; y en una segunda reunión con los siguientes alcaldes electos: Paola Angón Silva de San Pedro Cholula, Edmundo Tlatehui Percino de San Andrés Cholula, Filomeno Sarmiento Torres de Cuautlancingo y representantes de Rosendo Morales Sánchez de Ocoyucan.

Con este primer acercamiento, buscamos empezar a construir una relación de diálogo que nos permita trabajar por una visión compartida y contribuir al desarrollo integral de la Zona Metropolitana de Puebla. Independientemente de que contemos con una figura descentralizada como la del IMEPLAN, estamos convencidos de que lo único que necesitamos para lograrlo es voluntad política y la participación de los distintos sectores de la sociedad.

El hecho de identificar y delimitar una zona metropolitana en Puebla o en cualquier estado de la República, tiene tres objetivos de acuerdo con la SEMARNAT:

-Establecer un marco de referencia común que contribuya a fortalecer y mejorar las acciones de los tres órdenes de gobierno en la planeación y gestión del desarrollo metropolitano.

-Contar con una base conceptual y metodológica, que dé cuenta en forma exhaustiva y sistemática de la configuración territorial de las zonas metropolitanas y proporcione criterios claros para su actualización.

-Disponer de una definición común que permita la generación de información estadística y geográfica, así como de estudios y proyectos de investigación relevantes para la toma de decisiones en diferentes ámbitos del desarrollo.

Lograr que la interdependencia de procesos entre municipios y las sinergias que permiten el desarrollo económico sean eficientes, es posible si logramos impulsar la creación de institutos que permitan la planeación, gestión, asesoría y consulta para diseñar, elaborar, impulsar y dar seguimiento a políticas públicas y proyectos de carácter regional como la homologación y simplificación de regulaciones, trámites y servicios así como promover la transparencia y generar condiciones de seguridad y certidumbre jurídica para atraer nuevas inversiones, crear nuevos emprendimientos y detonar el crecimiento sostenible de nuestras ciudades a través de la innovación en los espacios metropolitanos.

Este artículo es una invitación a todas las organizaciones civiles, organismos empresariales y universidades que están ubicadas en zonas definidas como metropolitanas, a que se acerquen a sus autoridades y busquen el desarrollo de programas y políticas claras para el desarrollo de sus municipios bajo una visión integradora.

Fernando A. Treviño Núñez

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Consejero Delegado de Negociaciones Comerciales Internacionales de Coparmex

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